La vida de Gerardo Cap 1
Estaba recostado en mi cama viendo una película cuando entró una chica que vive en el departamento.
Se llamaba Rita, pero le digo Luly por una actriz argentina. Era rubia y tenía unos pechos enormes.
-¿Viste la abrochadora?- preguntó toda apurada.
-Ahí está.- le indique sobre la mesa.
Tengo una mesa grande, por lo que siempre pongo mis cosas contra la pared, así tengo espacio para mis libros. Cuando se agachó para alcanzarla el short que tenía se pegó más a su culito.
Era un espectáculo. Tomé el celu y enseguida le tomé una foto. Pero como el sonido me delató se dio vuelta enseguida.
-¡¿Que haces?!
-Te tomo una foto.- respondí todo tranquilo, mientras guardaba el celu en el bolsillo del jeans.
-Dámelo.- extendió la mano.
-No. ¿Para qué?
-¿Qué pasa? ¿Te quieres pajear con esa foto?
Luly tenía tipos para elegir, con el par de lolas que la naturaleza le dio. Y lo peor es que podía manipular a cualquiera si se ponía como niña mimosa.
- A lo mejor "Pendejito" (apuntó a mi pantalón) necesita ayuda.
Yo no le respondí.
- Dame el celu o le digo a todos aquí que sos un cagón impotente.
-Deja de molestar.- advertí.
Se subió a la cama e intentó quitarme el celu, pero yo lo saqué enseguida y estiré los brazos por arriba de mi cabeza. Para alcanzarlo tuvo que tirarse encima mio, sus tetas cayeron sobre mi pecho y en cada forcejeo me rozaban más.
-Soltala, puto.- decía riéndose.
-¿Qué te pasa?- la empuje sobre la cama y yo me levante.
- Huy, parece que alguien despertó.- mi pantalón apenas contenía mi verga parada.- Lástima que nunca tengas esto.- se agachó mostrándome su culo bajando un poco su short.
Yo enojado me tiré encima suyo, bajé más su short y le metí un dedo en el culo. Entró enseguida, se notaba que lo habían abierto.
- No, puto. Soltame.
Metí dos dedos más y la pajee con fuerza el culo.
-Soltame... puto.- parecía que le gustaba.
Los sacaba y metía a los tres dedos, lo más rápido que podía. Mi mano casi no la veía del movimiento.
Luly estiró la mano y como pudo me tocaba la pija por encima del pantalón. Me desabroche y baje el cierre para que me la tocara.
-Puto. Qué lindo me dedeas. Seguí, pendejo pajero.
-Luly.
Me apretó la pija con fuerza y me pajeo. Yo no aguantaba la sensación.
-No te detengas, pelotudo.- me gritó cuando saque los dedos de su culo.
Me soltó enseguida la pija.
-Sos boludo ¿no?- se subió el short.- Un poquito más y te la chupaba. Chau. Perdiste.
Se fue del cuarto dejándome tirado en la cama, pero todavía con el celu.
Luly. La única y la mejor.
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